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Las viviendas urbanas han cambiado mucho en los últimos años. Ahora, más que nunca, se buscan formas de aprovechar al máximo cada metro cuadrado disponible, por lo que es muy habitual encontrar cocinas estrechas, alargadas y con forma de pasillo.

A primera vista, pueden parecer complicadas de organizar, pero con algunas ideas sencillas y prácticas, se pueden convertir en espacios cómodos y agradables donde disfrutar cocinando. ¡Te daremos todos los trucos a continuación!

Y si buscas más inspiración, no dejes de visitar nuestro artículo anterior sobre cómo distribuir una cocina alargada o en línea.

¿Cómo distribuir una cocina estrecha y alargada?

Lo primero es pensar en la distribución. Es el punto de partida para que la cocina funcione y te resulte cómoda. Las dos formas más habituales de organizar una cocina alargada son el diseño en línea y el diseño en paralelo.

Diseño en línea

Cocina alargada y estrecha

El diseño en línea es simple. Se trata de colocar todos los elementos (como la nevera, el fregadero, la placa de cocción y las encimeras) en una sola pared. Esto deja el pasillo libre y te permite moverte con facilidad. En cocinas pequeñas alargadas y estrechas, este diseño ayuda a que el espacio se sienta menos abarrotado.

Truco práctico: Si quieres que tu cocina se vea más abierta, combina armarios cerrados con estantes abiertos. Los estantes son perfectos para colocar tus tazas favoritas, algunos frascos con especias o plantas que den vida al espacio. Solo asegúrate de no llenarlos demasiado para que no se vean desordenados.

Diseño en paralelo

Cocina alargada y estrecha

El diseño en paralelo es una buena opción cuando el ancho de la cocina lo permite. Aquí, los electrodomésticos y las encimeras se colocan en dos frentes opuestos, aprovechando ambas paredes. Es importante que haya suficiente espacio entre los dos lados para poder moverte con comodidad.

¿Cómo organizarlo bien? Fácil. Opta por dividir las áreas de trabajo: una pared puede tener la zona de cocción y la preparación, mientras que la otra puede estar dedicada al fregado y almacenamiento. Esto te ayudará a tener todo más ordenado y a no perder tiempo yendo de un lado a otro.

Consejo extra: Si tienes un poco más de espacio al final de la cocina, añade una pequeña barra o una estantería. Esto puede ser útil para guardar más cosas o incluso para tener un rincón donde tomar el café por la mañana.

Usar la altura y las paredes: tu mejor recurso

Cuando el espacio es limitado, las paredes y la altura son tus aliadas. No dejes esos centímetros sin usar. Una cocina estrecha y alargada puede tener mucho potencial si miras hacia arriba.

Armarios altos

Los armarios que llegan hasta el techo son una manera estupenda de aprovechar el espacio. Puedes guardar en ellos cosas que no usas a diario, como las bandejas de horno grandes o esos utensilios que sacas solo en ocasiones especiales.

Usa cajas o cestas en los estantes superiores para mantener todo organizado y no tener que subirte a una escalera cada vez que necesites algo. Y si los armarios altos te parecen un poco “pesados”, elige puertas de vidrio o acabados claros que den más ligereza visual.

Estantes abiertos

Si te gusta un estilo más desenfadado y moderno, los estantes abiertos son una gran opción. Puedes usarlos para poner tus tarros de ingredientes, tazas o incluso unas macetas con hierbas aromáticas. Le dan un aire fresco a la cocina y hacen que se sienta más amplia.

Eso sí: menos es más. No pongas demasiadas cosas en los estantes, o perderás el efecto de amplitud. Unos pocos elementos bien escogidos harán que tu cocina se vea ordenada y con personalidad.

Colgar utensilios y ollas

Una barra con ganchos en la pared es muy útil para colgar utensilios, sartenes o cazos. Esto libera espacio en las encimeras y te permite tener todo a mano mientras cocinas.

Si tienes una pared cerca de la zona de cocción, aprovecha para poner una barra magnética donde puedas tener los cuchillos o las herramientas de cocina que más uses. Es práctico y hace que la cocina parezca más profesional.

Optimización del flujo de trabajo

Incluso en una cocina pasillo, puedes organizar las áreas de almacenamiento, preparación y cocción de una manera que todo tenga sentido y no tengas que moverte demasiado.

Sabemos que en una cocina alargada no siempre se puede formar un triángulo perfecto entre la nevera, la placa de cocción y el fregadero, pero igualmente intenta que sigan un orden lógico. Por ejemplo, que la nevera esté al principio, seguida de la zona de preparación y luego la placa y el fregadero.

¿Quieres un consejo práctico? Si el horno está en una columna al final de la cocina, asegúrate de que esté a una altura que no te haga agacharte mucho. Esos pequeños detalles cuentan cuando usas la cocina todos los días.

Iluminación y colores para que el espacio se sienta más grande

Cocina alargada y estrecha

La iluminación y los colores que elijas en tu cocina pueden cambiar por completo la percepción del espacio. Con algunos cambios, puedes hacer que tu cocina estrecha parezca más amplia y luminosa.

Iluminación que funciona

Si tienes la suerte de tener una ventana, aprovecha la luz natural al máximo. Pero si no es el caso o si necesitas más luz por las noches, las luces LED son una gran ayuda. Colocar tiras de LED debajo de los armarios puede hacer que la encimera se vea mejor iluminada y la cocina más moderna.

Colores que abren el espacio

Los colores claros son tus amigos en una cocina estrecha y alargada. El blanco es un clásico, pero los tonos beige o grises suaves también funcionan muy bien. Si quieres un toque cálido, prueba con detalles en madera o con muebles de acabado claro.

También puedes pintar las paredes en tonos claros y usar elementos de color en los textiles, como paños de cocina o una alfombra larga y estrecha. Le darán un toque de color sin hacer que el espacio se sienta recargado.

Pequeños detalles que hacen que te sientas en casa

Para que tu cocina se sienta más tuya, añade pequeños detalles que le den personalidad. Por ejemplo, una alfombra larga y estrecha con un diseño sencillo puede darle un toque acogedor sin hacer que la cocina se vea más pequeña.

Las plantas pequeñas, como las aromáticas en macetas de barro, también quedan muy bien en la cocina y le dan vida.

No te olvides de los accesorios. Cuadros, fotos, paños, imanes… Cualquier objeto que te guste (siempre en su justa medida) es una buena idea. Al fin y al cabo, es tu cocina y eres tú quien va a disfrutar de ella.

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