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¿Cuántas veces al día abres un mueble de cocina? ¿Cinco? ¿Diez? ¿Veinte? Si lo piensas, es probablemente el elemento más usado de toda la casa: cajones que se abren y cierran constantemente, puertas que se levantan, armarios de los que sacas vasos, platos o especias. Y, sin embargo, la mayoría de personas nunca se detiene a pensar si esos muebles están colocados a la altura correcta. Simplemente los usan… hasta que algo empieza a fallar. Dolor de espalda, golpes en la cabeza o baldas a las que nunca se llega. Lo curioso es que todo eso podría haberse evitado con un simple ajuste de centímetros en el diseño.

Mucho más que una cuestión estética

Cuando alguien se plantea reformar su cocina, lo primero en lo que suele pensar es en colores, materiales o tiradores. Pero rara vez se detiene en lo que de verdad importa: las medidas. Y es que una cocina bonita puede volverse poco práctica si las proporciones no están bien calculadas.

Un mueble bajo demasiado bajo te obligará a trabajar encorvado. Un mueble alto colocado sin criterio puede acabar invadiendo la encimera o, al contrario, tan alto que se convierte en un espacio al que nunca llegas. Incluso las columnas, si no respetan la ergonomía, pueden hacer incómodo sacar una bandeja del horno o introducir alimentos en el microondas.

La altura, por tanto, es el pilar de la ergonomía y la comodidad diaria.

Muebles bajos de cocina: la referencia que lo define todo

Los muebles bajos son el punto de partida de cualquier proyecto. De ellos depende no solo la altura de la encimera, sino también la distancia que quedará hasta los muebles altos y la integración de electrodomésticos.

En EVACOCINA solemos trabajar con una altura aproximada de 90 centímetros desde el suelo hasta la encimera incluida. Es la medida que mejor se adapta a la mayoría de usuarios y que permite trabajar con naturalidad, sin forzar la espalda. Aun así, siempre puede ajustarse unos centímetros hacia arriba o hacia abajo según la estatura de la persona que más use la cocina.

altura de muebles de cocina

Muebles altos: entre la accesibilidad y la ligereza visual

La parte inferior de los muebles superiores suele colocarse entre 145 y 150 centímetros del suelo. Así se consigue que haya unos 50–55 centímetros libres entre la encimera y los muebles superiores. Con ese espacio puedes cocinar sin darte golpes, y al mismo tiempo llegas bien a la balda inferior.

La altura de los propios módulos puede variar mucho. Los hay de 70, 80 o 90 cm, e incluso mayores en cocinas con techos altos. Cuanto más altos, más capacidad de almacenaje… pero también más riesgo de que las baldas de arriba se queden para objetos olvidados.

¿La solución? Incorporar accesorios prácticos, como sistemas abatibles que bajan el contenido hacia ti. De este modo, aprovechas todo el espacio sin renunciar a la comodidad.

Columnas: la ergonomía vertical

Las columnas de cocina son cada vez más habituales porque permiten integrar horno, microondas, frigorífico y una buena despensa en un solo bloque. Lo importante aquí no es tanto la altura total (que casi siempre llega hasta el techo), sino dónde se colocan los electrodomésticos dentro de esa columna.

Un horno resulta mucho más cómodo si la bandeja principal está a la altura del codo: así no tienes que agacharte con peso. El microondas, en cambio, conviene situarlo justo por encima, pero nunca más alto que tu frente. Y las baldas de la parte superior se pueden reservar para objetos de uso ocasional, como fuentes grandes o utensilios de repostería.

Con un poco de planificación, la columna pasa de ser un simple bloque de almacenaje a convertirse en el auténtico centro de operaciones de la cocina.

altura mueble cocina

Cómo saber cuál es la altura ideal

Aunque existan medidas estándar, no hay dos cocinas iguales ni dos usuarios con las mismas necesidades.

La estatura es el factor más evidente. No es lo mismo diseñar para alguien que mide 1,55 m que para alguien de 1,90 m. También influye si la cocina la usará una sola persona o varias con alturas muy diferentes. En esos casos conviene buscar un punto intermedio o incluso combinar diferentes alturas en un mismo diseño.

El tipo de uso también cuenta. Si apenas cocinas, puedes priorizar la estética. Pero si pasas mucho tiempo entre fogones, la ergonomía es clave. Y no olvidemos el espacio: en techos bajos conviene no abusar de módulos altos para no saturar el ambiente, mientras que en techos altos se puede aprovechar todo con muebles hasta arriba.

Los errores más habituales

La mayoría de problemas que arrastra una cocina durante años se deben a no haber calculado bien la altura desde el principio.

Uno de los errores más habituales es poner los muebles altos demasiado cerca de la encimera. El resultado es un espacio de trabajo reducido y una sensación de agobio constante. Lo contrario también ocurre: situarlos demasiado arriba y no usarlos nunca porque no llegas.

Otro fallo muy común es diseñar columnas sin pensar en la ergonomía. Un horno colocado demasiado bajo obliga a agacharse con peso, mientras que un microondas demasiado alto puede ser hasta peligroso al sacar líquidos calientes.

Por suerte, todo esto se puede evitar con una correcta planificación.

Claves para acertar en tu cocina

Si estás pensando en reformar tu cocina, el primer paso es pensar en quién la va a usar. No es lo mismo adaptarla a una sola persona que a una familia entera. En cocinas compartidas, como hemos comentado anteriormente, lo más recomendable es buscar un punto intermedio o incluso incluir una isla secundaria con otra altura de trabajo.

Un truco muy sencillo es hacer una prueba real. Coloca un tablero o una mesa a la altura prevista y simula tareas como cortar, fregar o amasar. Es la forma más rápida de comprobar si la medida es cómoda para ti antes de decidir.

Y algo que no se dice lo suficiente: la altura de los muebles no solo afecta a la comodidad, también a la estética. Unos módulos superiores demasiado bajos hacen que la cocina se vea recargada, mientras que unos excesivamente altos pueden descompensar el conjunto. Encontrar el equilibrio es tan importante como acertar con la ergonomía.

Diseñar con cabeza…¡y metro!

Puede parecer un detalle menor, pero la altura de los muebles de cocina definirá tu experiencia en ella durante años. Así que no basta con aplicar medidas estándar: hay que personalizar cada proyecto.

En EVACOCINA partimos de una referencia de 90 cm para muebles bajos, ajustamos los altos en torno a los 145–150 cm del suelo y diseñamos columnas que integren los electrodomésticos de manera ergonómica. Pero lo más importante es que siempre escuchamos al cliente y variamos estas medidas según sea necesario, adaptando cada decisión al espacio, estatura y estilo de vida del que verdaderamente va a utilizarla. Si quieres un diseño con las medidas correctas contacta con nosotros.

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